¡Hola de nuevo!, ya
se acerca el final del curso y es hora de presentar el proyecto. Ha sido un
apasionante camino, a veces complicado, pero al final ha merecido la pena. Como ya hemos descubierto
todos, en el Aprendizaje basado en Proyectos (ABP),
quien aprende no es exclusivamente el alumnado sino también el profesorado.
Nuestro producto final es la celebración de las
Olimpiadas en el colegio por eso el título del proyecto es “Nuestras
Olimpiadas”. Después de numerosas
aportaciones del grupo de trabajo, se consensuan tanto las preguntas guía como
los estándares de aprendizaje y las competencias a trabajar. Una vez que todo
esto queda planteado es hora de reflejar las actividades, divididas por fases
de trabajo.
Un aspecto
muy importante es la elección de los artefactos TIC a elaborar: estamos hablando de proyecciones,
mapas mentales, libros cooperativos, blog del centro, ….; mediante estas
herramientas los alumnos y alumnas pueden plasmar el fruto de un proceso de
trabajo.
Y
llega la hora de evaluar el proyecto. La evaluación es un tema fundamental en
el ABP. Al trabajar por proyectos estamos favoreciendo el aprendizaje del
alumno/a, teniendo en cuenta como él y ella aprenden y trabajan y no
tanto como el docente enseña. Es un aprendizaje altamente motivador,
participativo, que favorece la reflexión y cumple eso de que el alumno es el
protagonista de su aprendizaje.
Entre la enseñanza y la evaluación debe
existir una concordancia de modo que si basamos nuestra enseñanza en el trabajo
por proyectos, nuestra evaluación debe también presentar aspectos innovadores y
alternativos más allá de la evaluación convencional.
Según
Santos Guerra, " Lo importante es utilizar la evaluación como aprendizaje,
como un modo de comprender para mejorar las prácticas que aborda."
A través de la evaluación no solamente valoramos el
aprendizaje del alumnado sino nuestra propia práctica docente, la adecuación
del trabajo planteado, la secuencia de fases del proyecto, etc…; en definitiva
el proceso hasta llegar al producto final y nos aporta información sobre las posibles
mejoras a realizar en futuros proyectos.
Se
debe evaluar en qué grado se han adquirido los objetivos de aprendizaje y las
competencias para las que se diseñó el proyecto; y cómo se ha desarrollado el
trabajo colaborativo.
Para evaluar nuestro proyecto sobre
las Olimpiadas, en primer lugar hay que tener claro las fases del proyecto
que vamos a evaluar; en este caso son:
Fase 0: establecer el comité
olímpico, donde estarían los encargados de la organización, que serían los
profesores y los alumnos de sexto, estableciendo las funciones de cada uno,
desde organización de ceremonias (inauguración y clausura), elaboración de
materiales, jueces de pruebas, clasificaciones, ...
Fase I: Conocimientos
previos (que se conoce sobre las olimpiadas y aspectos que se consideran más
importantes para organizar una Olimpiadas).
Fase II: La mascota
(concurso para elegir la mascota)
Fase III: Presupuesto de
ejecución de las mismas. Contemplar todos los gastos en los que
incurriremos para poder desarrollarlas bien.
Fase IV: Los deportes y las
medallas (en esta fase se eligen los deportes en los que los alumnos van a
competir. A través de una investigación se profundizará en qué deportes van
formar parte de nuestras Olimpiadas. Simultáneamente se diseñarán las medallas
a entregar en la competición)
Fase V: Los países y las
banderas (En grupos se investigará sobre los países que serán representados por
cada clase y se diseñarán las banderas: grandes para el desfile y pequeñas para
animar). Y se seleccionan también los deportistas que representarán a dicho
país.
Fase VI: La competición
(Se plantea una tabla donde se recoja quién compite con quién. Se empieza con
una ceremonia inaugural y dan comienzo las Olimpiadas)
Fase VII: Clasificación
Fase VIII: Entrega de Premios y
Ceremonia de cierre.
Una parte muy importante de la evaluación es la evaluación
inicial, ya sea formal o informal. Dependiendo del nivel podría ser formal,
mediante un cuestionario para detectar sus conocimientos e ideas previas pero
en niveles más inferiores con la asamblea se podrían detectar las ideas previas. Dicha evaluación
inicial también nos servirá para preparar y motivar al alumnado para el trabajo
que vamos a comenzar con lo que su implicación en esta tarea será más
efectiva.
Para evaluar las fases de
trabajo contamos con dos rúbricas de evaluación y para la
autoevaluación y reflexión del alumnado, así como para la autoevaluación y
reflexión del profesorado, utilizaremos dos dianas de evaluación.
La autoevaluación y la evaluación entre
iguales ayudan los alumnos y docentes a desarrollar su espíritu de autocrítica
y a reflexionar sobre sus fallos o errores obteniendo así mejoras en futuros
proyectos de trabajo.
Aquí dejo el enlace para ver dichas
herramientas de evaluación.
A través de
la plantilla genially, podéis conocer aspectos importantes como el canvas
inicial, el contexto del centro, y todos los puntos tratados anteriormente.
Un saludo.